viernes, 15 de marzo de 2013

Elogio de la lectura



Micah Albert ha ganado el World Press Photo en la categoría de Asuntos Contemporáneos por su imagen del vertedero de Nairobi. En esta ciudad de Kenia casi un millón de personas trabajan rebuscando entre mil toneladas de productos tóxicos como la muchacha que aparece en la imagen. Se trata de una fotografía que según el jurado transmite esperanza. Al parecer a la mujer recolectora de basura del vertedero de 30 hectáreas le gustaría tener más tiempo para leer los libros que encuentra. Micah Albert habló con la chica de la imagen y ella le contó que incluso le gusta leer catálogos industriales: “leer me permite hacer algo más que recoger basura todo el día”.

No sé si la foto transmite esperanza. Se dice que en los fotorreportajes no es muy frecuente encontrar imágenes que destilan esa ilusión. Para mí de lo que no hay duda es que se trata de imagen incómoda para nosotros. Nosotros no tenemos que ensuciarnos y poner nuestra salud en peligro para leer. No trabajamos en esas condiciones. Tenemos acceso a los libros como pocas veces en la historia. Gracias a internet no hay barrera ni excusa para no leer. Es sorprendente cómo nos podemos descargar en nuestros ordenadores desde libros publicados recientemente a títulos que han pasado a la historia de la literatura. Por esta razón me parece que la chica de la imagen nos debe de estar provocando o incluso insultando a todos nosotros que tan cómodamente podemos leer en nuestras casas. 

Para mí la fotografía es un elogio de la lectura. Las palabras cuando la chica asegura que leer es hacer “algo más” reflejan el inmenso mundo que se despliega cuando abrimos un libro ante nuestros ojos. De alguna manera, la lectura nos humaniza en un mundo en que corremos para cumplir como autómatas con nuestras obligaciones. Asimismo la fotografía es reflejo de lo que es la lectura: una cerilla en la oscuridad, una perla en la inmensidad del océano, una flor en el estiércol.  

¿Serviría esta fotografía para que nuestros alumnos se animaran a leer más? ¿Gracias a esta muchacha fomentaríamos la tan necesaria lectura entre nuestros estudiantes? ¿Conseguiríamos hacer llegar a nuestros hijos o alumnos con esta imagen tan explícita la compañía infinita de un libro entre nuestras manos? ¿Captarían ellos que esta chica viajaría a través de lo libros a mundos mejores que el vertedero de Nairobi? Encender la mecha de la lectura en la escuela es algo enigmático. A todo el mundo le espera un libro, un escritor, una voz que le cuenta aquello que más le gustaría leer o escuchar. A todos no nos han de gustar los mismos libros. Despertar la magia hacia la lectura es como una adivinanza, un misterio, un enigma que descifrar: ¿qué libro le despertará a esta persona la llama de la afición a la lectura? A esta chica le evadían del vertedero hasta los catálogos industriales. Sin lugar a dudas su testimonio acerca de la magia de la lectura sería toda una invitación a descubrir otros mundos, otras vidas, otros tiempos a través de los libros. La promesa en mitad de lo inmundo de una vida mejor.  

Fotografía: Micah Albert 

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