"...goiz betean izotza nagusituko da
Eta elkarri "horra negua" esanen diogu,
baina izaki guztiek
beraien ibilbidea jarraituko dute
bizitzaruntz".
(Egunsentiaren Esku Izoztuak, XABIER LETE)
Es facíl ser hija de mis padres. Simplemente se trata de algo extraordinario pensar que soy fruto de su amor, hija de sus sueños y también resultado del sufrimiento convertido en ganas de seguir adelante.
Y es que en el caos a uno le salva sobre todo el amor. Y cuando un niño es querido y nutrido de amor sale siempre adelante. En mi caso, hace muchos años fui una niña a la que le costaba separarse de sus padres por sentir que me los arrebataba la vida para siempre. Hoy sé que nunca eso sucederá ya que llevo conmigo el amor de cuya energía y fuerza me nutrieron de manera incondicional para toda la vida.
De alguna manera, podré llevar ese amor hasta el final. Una especie de fuego o amuleto llamado "adacadabra" que debe significar -según contó Eduardo Galeano en al presentación de su último libro en Donosti- "lleva tu fuego hasta el final".
Yo intentaré llevar conmigo ese amor y si la vida me brinda la oportunidad lo transmitiré a las generaciones venideras a través de mí. Ahora bien, a veces no es fácil llevar ese fuego porque parece que se apaga de repente o se extingue de manera lenta pero ¿quién dijo que en la vida no hay que luchar? "El eje es tener fe" decía una canción utilizando sólamente la vocal "E"".
Yo soy ejemplo de la premisa de que "amor, amor, amor" a un hijo da buenos resultados. Mis padres me han mostrado que han luchado mucho por mí y mi mejor forma de agradecerles será "llevar mi fuego hasta el final" o "Adacadabra".
Zorionak, ama, zure 63. urtebetetzean.
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